Raíces de la moda americana: Lilly Pulitzer y Bill Blass

by Maje Pérez-Ramos

“Ninguna mujer puede ir bien vestida si no va cómoda con lo que lleva”.

– Bill Blass

Años antes de que los ahora clásicos diseñadores norteamericanos fueran conocidos, dos creadores formularon las tres reglas del estilo estadounidense: elegancia, atemporalidad  y sentido práctico.

Podría decirse que Lillly Pulitzer y Bill Blass fueron los padres de la moda americana. No sólo establecieron la estética que continuarían las generaciones de diseñadores siguientes, sino que aplicaron nuevos modelos de negocio en el sector. Mientras que Lilly Pulitzer dio la réplica estadounidense a los alegres y glamourosos estampados de Pucci, Bill Blass sentó las bases del minimalismo que otras marcas han continuado hasta hoy, como Calvin Klein. De hecho, no es difícil imaginar algunos de los looks de la colección SS 2000 RTW de Bill Blass (la última en la que actuó como director creativo de la marca homónima) llevados por Kendall Jenner o alguna otra celebrity del momento (ver galería de imágenes).

El colorido imperio Lilly Pulitzer comenzó por un feliz accidente en 1959. Según cuenta la web de la marca actual, “Lilly, una estilos a socialite de Palm Beach, cuyo marido, Peter, poseía varias plantaciones de cítricos en Florida, necesitaba un proyecto propio. Con la producción de Peter, abrió un establecimiento de zumos en la Via Minzer, justo al salir de la Avenida Worth en Palm Beach. El negocio de Lilly era un éxito pero exprimir naranjas, limones, limas y pomelos rosas era un desastre para su ropa. Dándose cuenta de que necesitaba un uniforme para el puesto de zumos, Lilly le pidió a su modista que le hiciera un vestido que disimulara las manchas. ¿El resultado? Un cómodo vestido trapecio sin mangas en algodón con un colorido estampado en rosa, verde, amarillo y naranja. Aunque a los clientes les gustaban los zumos de Lilly, lo que les encantaron fueron los vestidos. Pronto Lilly estaba vendiendo más vestidos que zumos, así que decidió dejar de exprimir y centrarse en diseñar y vender sus Lillys. Lilly Pulitzer causó sensación y es la creadora de la auténtica  ropa resort americana tal y como la conocemos”. La compañía original cesó sus operaciones en 1983 pero fue adquirida y reconvertida en 1993 en una marca de precios medios, un poco en la línea de Victoria’s Secret, aunque sigue rindiendo homenaje a los alegres estampados que le dieron fama.

Según la sección legacy  de Bill Blass, “ “Blass es uno de los veintiocho diseñadores americanos distinguidos con una mención en el Paseo de la Fama de la Moda en  Nueva York, bajo el título el hombre más trabajador de la Séptima Avenida ”. La web continúa diciendo que “Bill Blass estudió diseño de moda en la Parsons School y podría fácilmente haber tenido una larga y lucrativa carrera como diseñador anónimo, pero eso no era bastante para él. En un momento dado, Bill cogió su cuaderno de bocetos y se mudó a Nueva York con un sueño. En lugar de crear para otras marcas, el quería fundar su propia firma. Fue el primer diseñador americano en utilizar su propio nombre como marca y promocionó la figura del diseñador en un momento en el que la profesión carecía del glamour que tiene ahora. Las élites neoyorquinas no habían visto nada igual. Estiloso, práctico y atemporal.  Sus prendas eran llevadas por todo aquel que era alguien en la City”. Gracias a un entonces revolucionario sistema de licencias, la marca de Bill Blass pronto se expandió a ropa de baño, maletas, accesorios, perfumes y hasta chocolates. Tras una jubilación a lo grande en el año 2000, la marca fue vendida y comprada en varias ocasiones y una serie de diseñadores han intentado (sin éxito hasta la fecha) recuperar los días de gloria. De aquel estiloso imperio, sólo queda hoy una marca online de zapatos y bolsos bastante insulsos.

Hay que decir también que la moda americana ha experimentado un cambio en los últimos años: algunos diseñadores han sucumbido hasta cierto grado al feísmo fashionista que es tendencia hoy, como Michael Kors o Tommy Hilfiger. Otras marcas han adaptado sabiamente el espíritu americano de sensata sofisticación a los tiempos actuales (Oscar de la Renta y Carolina Herrera); Finalmente, Ralph Lauren se mantiene, a las duras y a las maduras, como paladín del clasicismo americano y el glamour del viejo mundo.

Imagen: socialités de Palm Beach luciendo sus Lillys en los sesenta. Foto de Slim Aarons, tomada del libro A privileged life, por Susanna Salk (Assouline, 2007).

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